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¡QUE DESPELOTE!
Los locutores Billy, Tony Banana y Rocky the Kid llegaran a la pantalla grande de la mano del director Eduardo “Transform” Ortiz (“Vampiros”(04), “Contraseña”(08)). La trama gira en torno a estos tres locutores que son despedidos de la emisora donde laboran, y se verán obligados a trabajar en una emisora AM, la cual, gracias a sus ocurrencias, convierten en la #1. La situación dará un giro cuando un grupo moralista logra que cierren la emisora am al estos no poder pagar multas debido a su lenguaje y contenido en el programa. Actúan también Johnny Rey, Billy Van, Leo Fernández, Frankie Jay, Daddy Yankee, Wisin y Yandel, entre otros.
Dios los creó y la radio los enyuntó. Y así como los tres mosqueteros “Uno para todos, todos para uno” salen a combatir la flojera mañanera inyectándole una dosis de humor picante a nuestro trayecto. El día, por lo menos el mío y estoy segura que el de muchos, no comienza hasta tanto no los sintonice por Reggaetón 94.
Por los pasados 10 años, Rocky, Tony y Billy han logrado contagiar con su humor a muchos oyentes a través de la Isla. Ahora, le llegó el turno a los amantes del séptimo arte de disfrutar de sus ocurrencias en lo que será la película Qué despelote! filmada completamente en Puerto Rico bajo la dirección de Eduardo “Transform” Ortíz.
La entrevista
Estaba muy nerviosa; lo admito humildemente. Iba a ir a conocer a los responsables de alegrar las mañanas de muchos, las mías incluidas, y a los que durante tantos años había seguido sin importar a la emisora a donde fueran. Siempre logran sacarme una sonrisa y sé que muchos se sienten igual. Así que con libretita en mano y grabadora entré a la cabina donde la magia sucede y allí me esperaban Rocky y Tony con cara de amanecidos, pero sonrientes. He aquí sus historias, tal y como me la contaron.
Rocky the Kid
Su nombre de pila es Roque Gallart y nació un 21 de septiembre en Santurce. “Nací con micrófono en mano porque desde pequeño estoy en esto de la radio”, comentó Rocky, cuyo padre fue quien lo instruyó en la radio locución. “Tuve una niñez normal; mis padres eran un matrimonio feliz. No tuve ningún trauma psicológico, no que recuerde”, aseveró en tono burlón.
En sus años de intermedia, conoce a quien hasta hoy día considera su hermano “bello” y compañero de trabajo, Tony Banana. “Es en ese momento que arrancó el jangueo extremo y la cortadera de clases para fugarnos a la playa. (suspiro) Buenos tiempos”, afirmó mientras reía por el adjetivo con el que acababa de describir a Tony. “Es que me pediste tres adjetivos que lo describieran y pensé mi hermano… bello porque no encuentro más ninguno. No significa que sea así”, rió mientras Tony lo miró serio, o medio dormido.
Al graduarse de cuarto año, comenzó a estudiar en la Universidad del Sagrado Corazón un bachillerato en Comunicaciones, el cual nunca terminó porque su carrera como locutor despuntó para esos años. Aún así, este locutor considera que sus años en la radio han sido la universidad suficiente para ejercer con dignidad su oficio. “Llevo tantos años trabajando en esto que lo que me daban en las clases ya yo lo sabía. No sentía que le estaba sacando el provecho a las clases”, aseguró. “No descarto volver a la Universidad, pero definitivamente no a estudiar Comunicaciones. Me inclino más a estudiar Mercadeo”.
Para los que no hayan sintonizado “El despelote” sepan que Rocky the Kid es el mosquetero que le gusta llevar la contraria a los demás y créame que justifica muy bien sus puntos. También, se le tilda de mujeriego empedernido cuando relata sus anécdotas jocosas o picantes de sus aventuras como el “Don Juan” de las boricuas. ¿La realidad? “Sí me gusta el jangueo, pero llega un momento en que me tomo mis descansos. Todos tenemos nuestros límites”, afirmó. “Sí uno dice cosas al aire, pero muchas son para entretener no necesariamente son ciertas. Soy más tranquilo de lo que aparento en el programa”, dijo mientras sonrió tímidamente.
Por su parte, expresó que su mayor anhelo es que la gente lo recuerde como el locutor que los hizo reír y desea partir de este mundo habiendo hecho algo radical. “Quiero que la gente me recuerde por una gran hazaña. Algo que nadie haya hecho. Cuando la gente me recuerde espero que digan: Rocky es el tipo que hizo esto…”
Sobre la película…
“Se siente extraño. Yo nunca pensé que estaría en una película”, afirmó. “Me estoy disfrutando mucho el proceso y ha sido una experiencia divertidísima”. Admitió, que no se preparó para interpretar su personaje y que no lo necesita porque “soy yo mismo”. “El director nos da couching en las escenas que requieren algo en específico y gracias a Dios sale todo muy bien”. No obstante, reconoció que no buscan ningún tipo de reconocimiento especial por la película. “No buscamos un Oscar ni nada de eso. Esto es por diversión y esperamos que el público lo entienda así. Estos personajes, somos nosotros”, finalizó el simpático locutor.
Tony Banana
Su nombre de pila es Antonio Rodríguez y nació el 28 de agosto en la antigua base Roosevelt Roads. Se crió en Luquillo y admitió que durante su infancia y sus años de juventud recorrió todas las escuelas del municipio. “Desconozco por qué me mudaban tanto (ríe). Yo era un nene bueno”, afirmó el locutor. Durante sus años de intermedia es que conoce a Rocky the Kid y desde entonces son inseparables. “La mamá de Rocky me quiere como a un hijo y el papá de él fue quien me dió mi primer trabajito como radio locutor. Rocky es mi hermano”, expresó con orgullo. Se graduó de escuela superior en el estado de Michigan y decidió no realizar estudios universitarios. “Yo me gradué del bachillerato de la Universidad de la vida con rango joda cum laude”, expresó de forma jocosa. En vez, comenzó a trabajar en radio.
De regreso en Puerto Rico, empieza a trabajar en Fidelity en los controles y con la ayuda de Rocky pasa a trabajar como locutor en la Mega. “Yo no empecé de lleno a ser locutor. Me costó mucho trabajo poder llegar hasta aquí. Se me da la oportunidad en la Mega y después paso a Cosmos 94. Luego paso otra vez a la Mega y ahora aquí a Reggaetón”, comentó.
Sin embargo, Tony no recuerda ninguna anécdota significativa dentro de su carrera como radio locutor, pero sí enfatizó en la importancia de que su labor y esfuerzo requieren de un gran sacrificio en pro de la satisfacción de los radioescuchas. “Uno tiene que amar esto. Son Navidades lejos de la familia, días feriados y despedidas de años que vas a pasar solo en una cabina. Tu consuelo es que lo estás haciendo por ese que te apoya y te escucha. Cuando alguien te llama para felicitarte por tu trabajo eso vale y te da ánimos”, expresó.
No obstante, para aquellos que sigan pensando que ser locutor es tarea fácil entérese que está lejos de la realidad. “No es fácil hacer reír; es más fácil hacer llorar. Aquí hay que tener chispa para improvisar al momento y que se escuche natural. Hay que ser paciente y dedicado”, enfatizó el también padre de un varoncito.
Para los que no hayan sintonizado “El despelote” sepan que Tony Banana es el mosquetero pacífico y romántico. Cuando no está trabajando, es probable que lo encuentres haciendo una de estas tres cosas: durmiendo, jangueando o paseando a su hijo. “En mi vida normal, soy tranquilo. Como me levanto temprano, cojo una siesta en la tarde para recargarme. Trato de estar con mi hijo lo más que puedo y en último plano queda el jangueo extremo”, expresó sonriente.
Por su parte, confesó que desea ser recordado como el locutor “comiquito” y por su labor dentro del programa. “Que la gente me recuerde como aquel que los hizo reír y como aquel que los motivaba camino al trabajo”, dijo entusiasmado.
Sobre la película…
“Es un hobby por el lado. Nos lo estamos disfrutando mucho, al punto que nos hacemos bromas mientras grabamos”, aseguró. Al igual que Rocky, admitió que no se preparó para interpretar su personaje porque “soy yo mismo”. Aunque no quiso ofrecer muchos detalles sobre la película, según él para “no dañar el chiste”, afirmó que sus personajes en la película van a tener características que no son de ellos. Esto para hacerlos más interesantes. “La visión del director era mostrarnos tal cual somos, pero sí nuestros personajes van a tener momentos por los cuales en lo personal no hemos pasado. El director nos guió para que las reacciones a estas situaciones ajenas a nosotros fueran lo más genuinas posibles”, finalizó el humilde locutor.
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