
CM :Hubo guion? como fue y cuanto duro el proceso de escritura?
GS: Hubo guión, o más bien borradores de guiones, en un sentido estrictamente literal, como guía general, apuntes, bocetos, servilletas y garabatos, en fin directrices ideales, pero sujetas a variaciones flexibles, por la propia naturaleza incierta e imprevisible que caracterizó la producción en su conjunto. No es de extrañar que se clasifique el proyecto como cine de guerrilla, pues quien conoce sus características propias, la teoría y la práctica se funden en el quehacer diario, acoplándose a los recursos materiales, técnicos, presupuestarios y actorales, que van apareciendo contingentemente, o que inventamos y hacemos aparecer entre mil malabares. La escritura, o el pensamiento, la idea, la ideal y la que irremediablemente tiene que forzarse a ajustarse a la realidad, empieza y termina con puntos suspensivos.
CM :Habias tomado ya cursos de guion anteriormente? cual fue tu preparacion para escribir esta historia?
GS: Llevo más de una década trabajando intelectual y políticamente el tema desde escenarios diversos. He publicado escritos en la prensa, he tratado el tema en publicaciones teóricas y académicas, he presentado conferencias, ponencias contra el ROTC en las universidades, he organizado conciertos para recaudar fondos para la campaña contra el reclutamiento militar en las escuelas (Mano a mano contra la guerra); he realizado sendas exposiciones de fotomontajes y multimedia, bajo el tema No en mi nombre: arte contra la guerra, etc. La experiencia como activista tanto como mi formación intelectual me permiten trabajar fluidamente el tema, por lo que la estructura de un guión, nuevamente, debe pensarse más bien como lineamientos generales, como bocetos de ideas que iría engranando en el devenir de la producción.
La película nunca fue lo que en un principio quise que fuera, ni terminó siendo lo que hubiera preferido. Tuve que renunciar a más de lo que logré materializar, pero aún así, creo que se logró una relativa coherencia estructural, dentro de una historia oscura y abstracta, que dará mucho de qué hablar… Eso es lo más que me importa.

CM :Sobre la seleccion de actores, aunque no tienes un protagonista, me llama la atencion que tienes un elenco bastante solido, aun sin todos ser actores
GS: La película se realizó con el apoyo solidario de tremendos actores, al igual de amigos y amigas sin experiencia actoral previa, que respondieron a las convocatorias abiertas que realicé antes y durante el proceso de filmación. El cine, al menos el género de cine dramático y realista que he interesado tratar, tiene un requerimiento imprescindible: la naturalidad de las actuaciones. Logramos mantener la sensación de veracidad en todas las escenas, a pesar de la insuficiencia de recursos, pues tuve la dicha de contar con un elenco que, en el breve tiempo que participó, tuvo la capacidad de interiorizar sus personajes y de darles vida a la altura que exigía cada escena. La improvisación es un arte difícil, una práctica sumamente arriesgada y compleja. La relación personal, la disposición anímica y el profesionalismo de los participantes, me permitieron administrar sus talentos con relativa facilidad a la hora de la edición y el montaje. La dificultad residía en dónde cortar, pues las tomas crudas de la filmación paraban los pelos de principio a fin.

CM: Que me puedes comentar sobre Leo Castro, que participa en el filme...
GS: Leonardo Castro es un ejemplo de lo que debe ser un actor a la altura de estos tiempos. No solo porque brilla con luz propia en sus intervenciones, actuaciones calculadas o improvisaciones, sino porque fue parte imprescindible de la producción, tanto por su compromiso profesional con el arte dramático y el cine, como por su aportación ejemplar de solidaridad amiga, de apoyo logístico, y su crítica y conocimiento en múltiples aspectos técnicos. Además, por su experiencia militar, abonó a perfeccionar detalles de movimiento y actuación de los soldados.
CM: Y Sobre Cecilia Arguelles?

GS: Cecilia Arguelles es una talentosísima actriz polifacética y fajona, comprometida intelectual y profesionalmente con el teatro y el cine en todas sus dimensiones. No podría imaginarla incapaz de encarnar cualquier personaje, por más complejo y difícil que fuera. He trabajado en otras producciones con ella, como la fusión de cine y teatro La última (es)cena , y actualmente realizamos juntos un nuevo proyecto de cine, "Deambulante". Su disposición solidaria, sus convicciones y su talento hacen posible que lo que aparenta imposible pueda realizarse.
CM: De que trata el "Lenguaje de la Guerra? Por que "El Lenguaje de la Guerra"?
GS: Un joven universitario abandona sus estudios y a su novia embarazada para enlistarse en el ejército, creyendo que así resolvería las necesidades económicas de su familia. Reprogramado por la propaganda bélica (política, mediática y religiosa) y movilizado al escenario de las guerras en el Medio Oriente, se convierte en un sádico torturador. Internado en un hospital psiquiátrico tras un fallido intento de suicidio, endrogado y retraído frente al televisor, recuerda…
La ironía del lenguaje de la guerra es que lo más terrible se dice en silencio. Al fin y al cabo todos sabemos que la última palabra no sale de la razón bien pensada sino de la crueldad y la violencia encarnada en un fusil y sus balas. La locura y la voluntad suicida lo evidencian…
CM: Sobre el tratamiento. Es un filme experimental. Me llama la atencion como rompes con los esquemas y formulas para llevar tu historia. Practicamente estas enviando un mensaje que se repite a traves de las imagenes y que finalmente afecta a ambos bandos.
GS: Si, es un filme experimental. Y sí, la crítica no discrimina entre bandos. Por ello pongo énfasis en los elementos que tienen en común, los discursos en los que se borran las diferencias. Por ejemplo, el tema de la Religión tiene un papel importantísimo, pues cada bando dice que hace la guerra con el favor de Dios, en su nombre matan y por su nombre mueren. Los políticos manipulan así a las juventudes, lo mismo que hacen con los símbolos patrióticos. La realidad es más compleja, pero estimo muy pertinente subir a escena los usos ideológicos y bélicos que hacen los líderes guerreristas, tergiversando o montándose en las creencias religiosas de los soldados.

CM: La fotografia esta de lujo. Como trabajaste la fotografia? Ya que los encuadres no siempre son tradicionales en el filme, buscan impactar a traves de la imagen y la situación?
GS: Gracias. La calidad cinematográfica no es negociable. La película la hice con una sóla cámara, media estropeada por cierto. Los dolores de espalda siempre valen la pena. Lo importante es estar consciente, mientras se está filmando, de las posibilidades de juego y arreglo en la edición. Buscar ángulos interesantes, encaramarse donde sea, arrastrase por donde quiera; saber quedarse estático y moverse al ritmo de la escena; combinar el conocimiento teórico con los espacios naturales; jugar con la luz del sol tanto como con las sombras; aprovechar los sonidos y acústicas y hacer lo mejor que se pueda con los ruidos incontrolables... La arquitectura de la ciudad, sus entornos naturales y sus fealdades y abandonos, jugaron un papel importantísimo en la producción. A todas cuentas, nada que una curita y algo de alcohol, un sobito, agua y jabón no quiten al final del día…
CM:Las localidades. es practicamente imposible creer que todo fue hecho en PR.
GS: La ciudad te provee casi todo lo necesario para recrear prácticamente cualquier escenario o escenografía. Hay que salir a buscar los espacios, los recovecos, brincar verjas y hasta romper candados si es preciso… Algo de creatividad y de imaginación se ocupan del resto…
CM:Como fue y cuan arduo fue ese proceso de produccion?

GS: Una locura. Si fuera místico creería que operaban fuerzas sobrenaturales para impedir la realización del proyecto. Pero no lo soy. La realidad es que hacer cine no es fácil, y más si no se cuenta con apoyo institucional ni financiero de ningún tipo. A la larga, la moraleja es siempre la misma: hacemos lo mejor que podamos con lo que tengamos y lo demás lo inventamos. Así es el cine de autogestión, o lo que algunos califican como cine de guerrilla. Lo que resulta lamentable es que realmente no se puede hacer todo lo que uno quisiera hacer. Esa es la realidad. La razón práctica de la locura de hacer cine “sin ná, pero sin quebranto”, como dice el poeta.
CM:No te dio miedo o temiste que tu filme sufriera por lo cruel que presenta la historia. Por ejemplo, no pensaste si alguien tomaria represalias contigo por el mensaje?
GS: Ese es un riesgo que tenemos que asumir, quienes creemos que el cine es mucho más que un mero instrumento de entretenimiento. Representar la realidad con toda su crudeza es un estilo de crear conciencia, y el desprecio e incluso las represalias de algunos será siempre parte de su precio.

CM:Cuanto tiempo te tomo la pre produccion?
GS: No se hizo todo de corrido, por lo que no podría precisarte una respuesta. Considerando las limitaciones que te he mencionado y muchas otras que no vienen ahora al caso, te diría que puede realizarse en poco tiempo. Este proyecto tardo en concluirse cerca de tres años, pero puede hacerse en tres meses o menos, si fuera el caso de que no hiciera nada más que eso.
CM:Me llama la atencion que repites actores en diferentes personajes... recibistes algun tipo de influencia para este filme, por ejemplo, de Sergio Leone?
GS: No conozco a Leone. Tampoco tenía más actores de los que aparecieron en escena. No voy a presumir de genialidad, pues a la verdad es que inicialmente no lo consideré así. Pero no tardé en caer en cuenta de que esta limitación caería perfecta dentro de la estructura de la película, así que la forcé y la convertí en un simbolismo clave dentro de su propia lógica. Así, por ejemplo, la reportera de TV que relata los abusos contra prisioneros es, a la vez, la soldado abusadora; o un torturado es, al mismo tiempo, un enfermero en el hospital psiquiátrico donde el abusador está internado…
CM:El tratamiento de tu pelicula me recordo mucho a "Salo o 120 Dias de Sodoma", has visto este filme? tomaste alguna influencia de algun filme en especifico para el tratamiento de la historia?
GS: Me haces sentir un tanto inculto con respecto a las referencias cinematográficas. No la conozco tampoco, pero la veré. Te puedo confesar que si alguna película me influenció, fue "The wall", de Pink Floyd. Se me hizo difícil resistirme a la tentación de usar algo de su música en mi película, pero eso lo asumí como un reto intelectual más que como un impedimento.

CM:Observe que en vez de llevar el titulo de director o dirigido por: utilizas realizador. Me parece apropiad pues muchas de las bases las corristes tu, convirtiendote en la tradicion de la nueva ola francesa en un realizador completo, no solo un director....
GS: No es porque lo prefiera así, sino porque las circunstancias me han empujado a prepararme para hacer de todo un poco, todo cuanto haga falta para hacer realidad la idea. Por eso el concepto de realizador: guión, cámara, edición y montaje, fotografía, locación, sonido, dirección, producción, publicidad, etc. He escuchado mencionar el concepto de cine de autor, pero creo que la palabra realizador engloba la inmensa complejidad del trabajo…
CM:Como te preparaste como director?

GS: Además de leer y estudiar todo tipo de libros teóricos y técnicos, tanto de cine como de fotografía, de perspectiva e iluminación, de dibujo y pintura, pienso que la mejor manera de aprender a hacer algo es haciéndolo. Esto, además, viendo, disfrutando y a la vez estudiando las películas, imaginando cómo se hacen, descifrando sus misterios, sus trucos. Y claro, preguntando cuando se tiene duda y si no hay quien tenga respuesta, pues, poniendo un poquito más de esfuerzo hasta resolverla…
CM:Donde podemos ver "El Lenguaje"?
GS: De la película no tengo pretensiones comerciales. Dudo que la TV local quiera pasarla, no tanto por su crudeza o su violencia, pues Hollywood se caracteriza por eso, sino por cuestiones politiqueras o moralistas, pero todavía no lo descarto por completo. Por ahora la he hechado a correr suerte en varios festivales internacionales de cine y procuraré organizar presentaciones en universidades y diversos locales. Tambien está disponible en DVD, hechas las copias artesanalmente pero con la misma calidad de cualquier película en el mercado.
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"Un día después de la guerra, si después de la guerra existe un día. Te tomaré entre mis brazos y te haré el amor, si después de la guerra me quedan brazos, si después de la guerra existe amor”, Jotamario Arbeláez.
La hermosa tristeza de este verso con el que inicia el filme, sucumbe rápidamente al escenario saturado de un mundo en guerra. El Lenguaje de la Guerra es llanto, tortura, sufrimiento, dolor y locura; y lo es porque sólo sabe escribirse así.
La película de Gazir Sued, profesor de sociología de la Universidad de Puerto Rico, gira en torno a un joven universitario que decide abandonar sus estudios y a su novia embarazada para enlistarse en el ejército, creyendo que así resolvería las necesidades económicas de su familia. Mientras forma parte del cuerpo militar, las condiciones de este mundo lo convierten en un sádico torturador. Tras un fallido intento de suicidio, el joven es internado en un hospital psiquiátrico, en donde endrogado y retraído frente al televisor, recuerda lo vivido.
Una historia, que en papel puede parecernos ya contada, se convierte en un cúmulo de imágenes y sonidos que, mientras se aleja cada vez más de una estructura cinematográfica tradicional, se adentra en captar la insensatez y el horror de la guerra a través de un lenguaje cargado de elementos simbólicos. Escenas de torturadores y torturados en sus diversas formas, niños que combaten balas con piedras, mujeres aterradas ante cada saqueo militar y esposas inmóviles como maniquíes a la espera de su amado militar permean el discurso cinematográfico.
Para su realizador, El lenguaje de la Guerra no es una película para disfrutar. Todo lo contrario, busca capturar la atención de forma impactante y servir como un grito de concientización para la audiencia sobre el saldo que nos deja el belicismo y todos los elementos que lo justifican. Impacta además la aseveración del saldo en la psicología individual y colectiva las filas militares en las que se estima que ocurren más muertes por suicidios que muertes en el campo de batalla. Entre éstos elementos, queda evidenciado en el filme la continua repetición de discursos políticos, en voz e imagen, de los presidentes norteamericanos Bush y Obama, para justificar las intervenciones militares en la guerra de Irak.

Éstos son captados a su vez, a través de la pantalla omnipresente del televisor, el cual se convierte en personaje y medio que anuncia, reproduce y reprograma al niño-adulto. En este sentido, la película argumenta cómo el lenguaje de la guerra está mediatizado a través de un elemento hipnotizador. Asistimos así a escenas que nos recuerdan al ‘rockstar’ alienado y suicida frente al televisor en The Wall (1982). A su vez, el filme alude a las imágenes que dieron la vuelta al mundo en los medios en las que soldados estadounidenses torturan a iraquíes en la prisión de Abu Ghraib.
Una movida ingeniosa en el film, es traer el horror de la guerra al suelo puertorriqueño, cuestión que nos recuerda cómo un acontecimiento sólo es real cuando nos toca de cerca, cuando nos explota en nuestro patio. Y todo esto es visto nuevamente desde la pantalla de un televisor.
Sued fomenta en su filme un fuerte comentario a la manipulación religiosa que apadrina y da sentido a la invasión militar. Venga de donde venga, nos dice Sued, la religión amparada en un discurso religioso que nos llama a matarnos unos a otros es en sí terrorista. Y ésta es presentada textualmente en el largometraje intercalada en citas bíblicas y del Corán que incitan a luchar en nombre de un ser supremo.
El trabajo de Gazir Sued, el cual él define como un filme de guerrilla, es una muestra del horror que no queremos ver, puesto en nuestras narices para jamaquear la conciencia dormida. Y en este sentido logra su cometido cuando se ampara a imágenes de gran calidad interpretativa, trabajadas admirablemente en la fotografía y en el manejo de la cámara para captar la belleza y la crudeza de cada escenario. Pero se aleja cuando en su afán de crear impacto, llega a perder al espectador.

En este último aspecto, la sobre repetición a la que se adhiere gran parte del film, más allá de hacer hincapié en el mensaje del largometraje, llega a aturdir y termina desensibilizando al espectador como quien se habitúa ante el sonido de un ventilador. El lenguaje de la guerra es, pues, un filme difícil de ver, el cual en primera instancia aturde, pero una vez visto y asimilado representa un llamado a la conciencia.
:::: Fotos cortesía de Gazir Sued (grupo en facebook de El Lenguaje de la Guerra).